En la madrugada de este viernes, Rusia ejecutó un ataque masivo contra Ucrania, donde utilizó más de 400 drones y 45 misiles, lo que marca el ataque como el mayor bombardeo desde el comienzo del conflicto en 2022. La ofensiva, que afectó a diversas regiones del país, dejó al menos cuatro muertos y más de 50 heridos, según informaron las autoridades ucranianas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque y señaló que el enemigo disparó más de 400 drones bomba y más de 40 misiles, estableciendo un nuevo récord en el uso de armamento para un ataque de largo alcance en los más de tres años de guerra.
El Ministerio de Defensa ruso describió la ofensiva como «un ataque masivo con armas aéreas, marítimas y terrestres de alta precisión y largo alcance, así como con vehículos aéreos no tripulados de ataque».
El ataque se produce días después de que Ucrania llevará a cabo la «Operación Telaraña», una ofensiva con drones contra bases aéreas rusas que, según funcionarios ucranianos, dañó más de 40 aeronaves.
Las autoridades ucranianas evalúan los daños y coordinan las labores de rescate en las zonas afectadas. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto y sus implicaciones para la estabilidad regional.
