Este martes 7 de noviembre se cumple un mes del inicio del ataque sorpresa de Hamás, el grupo armado palestino que controla la Franja de Gaza, a Israel, el cual dejó más de 1.400 fallecidas en viviendas, calles y un festival de música.
Hasta este martes, el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, reportó más de 10.000 fallecidos y 25.000 heridos en el enclave palestino; mientras que el Ministerio de Salud israelí contabiliza alrededor de 1.400 decesos desde el ataque del 7 de octubre.
La situación humanitaria en Gaza se deteriora día tras día pero, mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la mayoría de países miembros exigen un alto el fuego, Estados Unidos y la Unión Europea se limitan a pedir pausas humanitarias para la entrada de ayuda.
El Ejército israelí asegura que dividió la Franja en dos, lo que facilita al menos una «pausa humanitaria», de algunos días, que solo sería una interrupción temporal, el primer ministro de Israel, Netanyahu no descarta pausas tácticas que duren horas.
Por su parte, Estados Unidos respaldó la campaña de Israel durante toda la guerra, e indicó que tiene derecho a defenderse, asimismo, vetó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre pausas humanitarias para entregar ayuda a Gaza el 18 de octubre, pero Biden dijo la semana anterior que apoyaba una pausa humanitaria para permitir la liberación de más rehenes retenidos en Gaza.
