Benedicto XVI, quien fue elegido al solio pontificio el 19 de marzo de 2005, inmediatamente después del papa grande Juan Pablo II, en sus primeras palabras a la multitud desde la logia central de la basílica de San Pedro se describió como «un sencillo y humilde trabajador de la viña del Señor».
Durante casi ocho años, hasta su dimisión, que se hizo efectiva el 28 de febrero de 2013, no se rindió ante ningún obstáculo, su destino había quedado claro el día del funeral de San Juan Pablo II, cuando pronunció un discurso que tenía como comienzo precisamente la palabra «Sígueme».
El tema del sufrimiento aparece a menudo en el discurso de investidura, a Benedicto XVI no se le ahorró ningún sufrimiento, pero siempre lo vivió con espíritu de servicio y en humildad.
Durante los casi ocho años de su pontificado, destacan algunos aportes sobresalientes que el primer Papa emérito de la historia deja como legado a toda la Iglesia.
La primera contribución fue las tres encíclicas, “Deus caritas est” (Dios es amor); “Spe salvi” (Salvados en la esperanza) y la última que lleva su firma se titula “Caritas in veritate” (El amor en la verdad).
Eucaristía, Palabra, África y Oriente Medio son, por su parte, los temas de las cuatro exhortaciones apostólicas que vieron la luz bajo el pontificado de Benedicto XVI.
Gracias a su pasión por el estudio y a sus cualidades de fino teólogo, en los años de su pontificado Benedicto XVI regaló también a la comunidad de creyentes tres importantes libros sobre la figura histórica de Jesús, publicados respectivamente en 2007, 2011 y 2012.
Además, Benedicto XVI realizó 24 viajes apostólicos al extranjero, varios a Europa (tres veces a España), pero también a América Latina (Brasil, México, Cuba), Estados Unidos (2008), África (Camerún, Benín) y Australia (2008).
Al comienzo de su ministerio petrino, Benedicto XVI se refirió a los sufrimientos, y desgraciadamente este fue uno de los elementos de los que no se libró en absoluto, empezando por algunos malentendidos y controversias que tuvieron eco internacional.
Un segundo incidente tuvo lugar en Roma, protagonizado por la principal Universidad de la capital, La Sapienza, donde un grupo de más de 60 profesores de la universidad se opuso a la visita de Benedicto XVI, tras el aluvión de polémicas.
El papa Ratzinger fue el primer pontífice que pidió perdón explícitamente a las víctimas de abusos por parte de clérigos, además de reunirse con ellas en varias ocasiones, por ejemplo en viajes al extranjero.
A lo largo de su pontificado, Benedicto XVI presidió cinco consistorios para la creación de nuevos cardenales, creando un total de 90, de los que 74 eran electores.
El último acto que queda en la historia del pontificado de Benedicto XVI es su renuncia, anunciada el 11 de febrero de 2013 durante un Consistorio para determinadas causas de canonización como una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
