El precio del tomate podría reducirse entre la segunda y tercera semana de febrero, debido a factores climáticos y a la recuperación de la producción, según expertos del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA).
El economista Leiner Vargas, explicó que el incremento en el precio del tomate se debió a la falta de sol en diciembre, lo que retrasó la cosecha, por lo que con la llegada de la temporada seca, la producción se normalizaría y permitiría una disminución en los costos.
Actualmente, el tomate se vende entre ¢3.500 y ¢4.000 por kilogramo, pero Vargas estima que el precio bajará a un rango de ¢1.500 a ¢2.000 en febrero.
Otros productos como la papa, el chile dulce y la cebolla también experimentaron alzas, algunas vinculadas a la temporada navideña, sin embargo, el abastecimiento de papa podría estabilizarse antes debido a las importaciones que ayudan a equilibrar la oferta.
El experto advierte que el país debe avanzar hacia una agricultura de precisión para mitigar el impacto de eventos climáticos extremos.
Ante esto, recomienda invertir en tecnología que permita a los productores regular temperatura, viento e irrigación, evitando pérdidas económicas y estabilizando los precios.
