Presentan plan de prevención de inundaciones en Matina, Guácimo, Siquirres y Pococí
Un plan de prevención de inundaciones en 79 comunidades de Matina, Guácimo, Siquirres y Pococí fue presentado este domingo por el SENARA y la CNE, al presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, y a los jerarcas que participan en una gira de trabajo por la provincia de Limón.
La presentación estuvo a cargo de la Gerente del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA), Patricia Quirós Quirós, en una actividad que tuvo lugar en el Gimnasio Municipal de Siquirres.
La propuesta es el resultado de un estudio realizado durante un año por SENARA y la CNE, que comprendió el análisis del comportamiento de los ríos Reventazón, Parismina, Madre de Dios, Pacuare y Jiménez en los cuatro cantones limonenses, así como la interacción de éstos con la estación lluviosa y otros eventos climatológicos.
Se desarrollaron estudios hidrológicos, hidráulicos y topografía aérea con tecnología LIDAR para cada una de las cuencas, en un radio de acción de 60 mil hectáreas.
Como resultado, se identificó la afectación que genera la interacción de los ríos en 79 comunidades de Matina, Siquirres, Pococí y Guácimo, proponiendo como solución, en una primera etapa constructiva, las siguientes obras:
En Matina: en la cuenca del río Madre de Dios, construcción de un dique de dos kilómetros y dos ampliaciones de cauces en 13.5 km.
En Siquirres: para las cuencas de Pacuare y Madre de Dios, la construcción de 5 Diques, con una longitud total de 24 km, y una desviación de un río en 1 km.
En el río Reventazón, se está planteando un corredor natural para inundación de 30 kilómetros, a fin de controlar el efecto de las inundaciones y poder mitigar su efecto.
Las obras de la primera etapa en Matina y Siquirres (en los distritos de Batán y Pacuarito), tendrían un costo de ¢2.730 millones.
Para una segunda etapa constructiva, se están determinando proyectos para los ríos Jiménez, Parismina y Reventazón, que contemplan los cantones de Guácimo, Pococí y Siquirres, con una inversión estimada en más de ¢5.000 millones para su construcción.
“La realización de este estudio es de mucha relevancia para la zona, ya que se realiza en un sitio de producción agroalimentaria, con cultivos como banano, plátano y cacao principalmente. Además, corresponde a un corredor turístico, que comprende visitas por medio del puerto de Caño Blanco al Parque Nacional Tortuguero, Barra de Parismina, el río Reventazón y el río Pacuare”, comentó Quirós.
Señaló que estos estudios representan, además, un insumo importante para las municipalidades, como apoyo en la toma de decisiones sobre la planificación reguladora del uso de suelos, en función de proteger la vida humana.
El presidente ejecutivo de la CNE, Alexander Solís Delgado, coincidió en el valor del estudio toda vez que utiliza una base topográfica que le da un enorme detalle a los resultados. “No solo sirve para abordar acciones inmediatas sino que es una herramienta muy importante para la planificación en la atención a mediano y largo plazo de problemas de inundaciones en la zona a partir de un manejo integral de las cuencas y la protección de las personas”, comentó.
su parte, Renato Alvarado Rivera, Ministro de Agricultura y Ganadería, destacó el estudio como un referente para intervenir otras áreas poblacionales del país que presentan problemas constantes de inundación, promoviendo una adecuada gestión de cuencas, con vigilancia constante y monitoreo.
“Este es un proyecto que contempla componentes de mitigación, prevención, previsión y resiliencia en beneficio de una población y de sectores productivos que generan dinamismo económico en las comunidades», detalló el jerarca rector del Sector Agropecuario.
El estudio se realiza bajo la contratación por emergencia CE-004-2016, atendiendo el Plan General de la Emergencia, amparado en el Decreto Ejecutivo 39056. Inició en agosto del 2017 y se estima la terminación para finales del mes de septiembre del presente año.
La CNE, en conjunto con las municipalidades, el Poder Ejecutivo y la empresa privada deberá desarrollar una ruta crítica de implementación.