Según un informe publicado por Estado de la Nación, los analistas consideran que el país aún crea riesgos en la seguridad alimentaria, debido a la dependencia de los agroquímicos.
Esto a razón de que, a pesar de que Costa Rica intenta mejorar en algunos aspectos ambientales, todavía tiene un largo trayecto que recorrer en el sector agrícola, con la aplicación de mejores políticas para poder tener seguridad alimentaria y nutricional.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la seguridad alimentaria es aquella cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico a los alimentos seguros, nutritivos y con una proporción adecuada para satisfacer sus necesidades alimentarias y tener una vida saludable.
De acuerdo con dicho informe, en el 2021, el país recibió más de 9 mil denuncias ambientales y además, señaló que Costa Rica todavía tiene el reto de garantizar la aplicación y efectividad de las políticas públicas.
Según la investigadora y coordinadora del reporte, Karen Chacón, en 2021 e inicio del presente año el país adoptó 153 nuevas disposiciones ambientales, un número mayor al que se registró en 2020 y superior al promedio para los últimos cinco años. Aun así, persiste la desconexión entre normativa y efectividad para reducir los riesgos en la población.
Además, en el informe se indicó que el año pasado, 8,5 de cada 10 hectáreas se emplearon en la producción de cultivos agroindustriales y frutas secas, dos áreas de alto impacto ambiental.
En el Informe, los investigadores señalaron que el país no cuenta con una buena aplicación de políticas públicas ni tiene normativas existentes en cuanto a la gestión de riesgos.
Según datos recopilados, el 84% de los desastres en Costa Rica ocurrieron por las lluvias; el país registró más de mil incidentes en el 2021 en todo el país, especialmente en los cantones de Limón, Talamanca y Turrialba, cuyas zonas fueron las más afectadas.
