Industria alimentaria expone fallas del clima económico nacional por bajo crecimiento e incertidumbre

La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) calificó el 2025 como un año difícil y expuso las fallas del clima económico nacional, tras registrar un crecimiento de apenas 1,2% en su producción y un aumento moderado del 3,4% en las exportaciones.
Empresarios del sector señalaron un entorno marcado por incertidumbre interna y externa, que exigió mayores esfuerzos para sostener la operación y el empleo.
El sector alimentario figura como uno de los principales pilares de la economía nacional por su vínculo con el consumo masivo.
La industria genera más de 105.000 empleos directos, aporta cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y supera los 2.750 millones de dólares en exportaciones, lo que la coloca como el tercer sector con mayores ventas al exterior.
Sin embargo, para octubre de 2025, el crecimiento interanual de la actividad manufacturera de alimentos alcanzó solo un 1,2%, muy por debajo del 3,76% registrado en el mismo periodo de 2024.
Los empresarios señalaron que durante 2025 se materializó la preocupación por la política comercial de Estados Unidos, con la imposición de aranceles que afectaron a Costa Rica y a la industria alimentaria.
En el mercado interno, los industriales describieron un primer semestre con ventas débiles y una recuperación gradual en la segunda mitad del año.
El sector identificó a un consumidor más cauteloso y racional en sus decisiones de compra, lo que limitó el dinamismo del consumo. Pese a ello, los empresarios esperan un mejor desempeño durante la temporada de fin de año y el verano de 2026.
El presidente de la Cámara Juan Ignacio Pérez, detalló una serie de afectaciones que sufre el sector.
Ante este escenario, la industria alimentaria hizo un llamado a las fuerzas políticas que aspiran a gobernar el país a integrar la próxima Asamblea Legislativa para construir una agenda nacional enfocada en competitividad.
El sector solicitó políticas que faciliten la formalidad, fortalezcan la integración comercial centroamericana, reduzcan los costos logísticos y regulatorios, y aseguren seguridad jurídica para la inversión productiva.
Finalmente, los empresarios insistieron en la necesidad de una visión estratégica de país que priorice la competitividad, el empleo y la producción nacional. Advirtieron que decisiones sin sustento técnico y sin coordinación institucional profundizan la incertidumbre y debilitan a uno de los sectores más relevantes para la economía costarricense.



