Un grupo de 11 seminaristas aprendió el Lenguaje de Señas Costarricenses (LESCO) con el fin de poder atender a la población con discapacidad auditiva cuando sean sacerdotes.
De esta forma los jóvenes buscar llevar la confesión y el Evangelio a este grupo de personas con el fin de lograr una pastoral más inclusiva.
Erick Rojas, seminarista y encargado de la comisión de medios destacó la importancia de incluir esta opción dentro de sus temas de aprendizaje.
Los jóvenes se graduaron en nivel básico-intermedio y se espera que para el próximo año se abra nuevamente este curso en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles.
