La final de Copa Libertadores entre River y Boca, en el Estadio Santiago Bernabéu, del próximo 9 de diciembre, será el duelo con mayor seguridad en la historia del fútbol.
La delegación del gobierno en Madrid ya diseña el plan en el que trabajarán casi dos mil efectivos entre las fuerzas del estado, la seguridad privada y la policía argentina, que trabajará junto a la española. Estos efectivos se infiltrarán entre los aficionados de su país para evitar la violencia en el estadio.
El día del partido se abrirán las puertas del Bernabéu con tres horas de antelación. Para llegar, habrá que superar tres cordones de seguridad en los que trabajarán casi mil efectivos de la policía nacional, otros tantos guardias jurados y 150 efectivos de la policía municipal de Madrid.
Además, la próxima semana, se establecerá el primer control en el aeropuerto de Barajas, para impedir la entrada a España de hinchas con antecedentes penales.
