La líder de Bangladesh, Sheikh Hasina, anunció su renuncia el lunes después de semanas de intensas y mortíferas manifestaciones en el país. Las protestas exigían, entre otras cosas, la eliminación de cuotas en los empleos públicos.
El jefe del ejército, general Waker-uz-Zaman, confirmó la dimisión de Hasina tras el asalto de manifestantes a su residencia oficial en Dhaka.
Al menos 91 personas fallecieron el domingo, entre ellas 13 policías, en enfrentamientos con la policía. Estos disturbios son los más mortales en la historia reciente de Bangladesh, al superar incluso los 67 fallecidos el 19 de julio durante protestas estudiantiles.
Tras la dimisión de Hasina, el ejército asumió temporalmente el control del gobierno.
