Una potente explosión sacudió el suburbio libanés de Dahieh, al sur de Beirut, este martes, en un ataque dirigido contra una oficina de Hamás, según informes de la agencia estatal NNA.
Se confirmó la muerte de seis personas, entre ellas el destacado líder de Hamás, Saleh Al-Arouri, conocido por fundar las Brigadas al Qassam, el ala militar del movimiento palestino.
Al-Arouri, considerado una figura clave en la orquestación de ataques contra Israel en Cisjordania, pasó 15 años en prisión israelí antes de ser liberado en 2010. La explosión, que tuvo como blanco la oficina de Hamás, también se atribuyó a un presunto ataque de dron israelí, aunque Israel aún no ha confirmado ni comentado oficialmente sobre el incidente.
La presencia de aeronaves israelíes sobre Beirut, Dahieh y Khaldeh, se reportó y generó tensiones en la región. Hamás y Hezbolá responsabilizaron a Israel del ataque, mientras que el Primer Ministro libanés, Najib Mikati, condenó el hecho como un «nuevo crimen israelí».
Israel, por su parte, inició preparativos significativos ante una posible respuesta de Hezbolá, incluso contempla la posibilidad de ataques con cohetes de largo alcance. Sin embargo, no hay confirmación oficial ni comentarios por parte del gobierno israelí hasta el momento.
En el ámbito político, a miembros de la Knéset (Parlamento israelí) se les instó a abstenerse de conceder entrevistas sin aprobación previa en las próximas 24 horas o hasta nuevo aviso, esta medida se tomó después de que el parlamentario Danny Danon felicitara a las Fuerzas de Defensa de Israel y otros servicios de seguridad por el asesinato de Al-Arouri.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, emitió un comentario enigmático sobre el ataque en Líbano, donde expresó: «Todos tus enemigos perecerán, Israel». Mientras tanto, la miembro de la Knéset, Michal Waldiger, subrayó que «Israel no olvida», al afirmar que las FDI y las fuerzas de seguridad están en constante alerta.
