Del 22 al 27 de enero se llevará a cabo la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá (JMJ). Este es un evento que reúne a jóvenes de todo el mundo y fue instaurada por el Papa San Juan Pablo II, en el año 1985 con el objetivo de favorecer el encuentro personal con Dios, promover la paz, la unidad y la fraternidad entre países, a través de la juventud como embajadora, así como desarrollar procesos de nueva evangelización destinada a los jóvenes.
Es un evento que se realiza cada año en Domingo de Ramos como un encuentro de diócesis y cada dos o tres años como un encuentro internacional en un lugar fijado por el Papa, el último fue en el 2016 en Cracovia. En esta ocasión será una Jornada de carácter centroamericano tras la solicitud de la Arquidiócesis de Panamá para ser sede y que contaba con el apoyo de los Obispos de la región.
El Comité Organizador Local ya contabiliza a 250.000 jóvenes de todo el mundo inscritos oficialmente, entre ellos están unos 15.000 costarricenses que alistan maletas para viajar hasta el país vecino, provenientes de las ocho diócesis del país que llegarán por diferentes medios, en su mayoría vía terrestre, otros irán en avión y un grupo de casi 2.000 jóvenes viajará en crucero. Es la delegación tica más grande que haya participado en un evento masivo como este.
La Jornada Mundial incluye actividades programadas en la ciudad principal, como el Festival de la Juventud, catequesis, música, arte y los encuentros espirituales con el Pontífice como el viacrucis, la vigilia y la Misa de envío donde se anuncia la sede del próximo encuentro.
En la semana previa a la JMJ en Costa Rica unos 5.500 jóvenes compartirán con las familias que los reciben en los llamados Días en las Diócesis (DDCR), una experiencia de fe y misión que viven en las diferentes Parroquias
