Por: Andrés Cascante
–De Infobae. Estados Unidos evalúa cerrar su embajada en Irak, una decisión que en el país asiático temen que los convierta en una zona de guerra, debido a las tensiones entre los estadounidenses e Irán.
Cualquier movimiento de Estados Unidos para reducir su presencia diplomática en un país donde tiene hasta 5.000 soldados, sería visto como una confrontación con el régimen de Irán, que en Washington creen que está detrás de una serie de continuos ataques con misiles y bombas hacia sus fuerzas.
Durante los últimos meses se han producido numerosos ataques contra compañías iraquíes que trabajan para la coalición internacional y contra objetivos de la propia coalición, incluido uno contra un convoy diplomático británico la semana pasada en Bagdad, capital de Irak.
A su vez, abriría la posibilidad de una acción militar a pocas semanas de la elección presidencial para la que Donald Trump ha hecho campaña con su dura línea hacia Irán y sus aliados.
Washington habría comenzado este domingo con los preparativos para retirar a su personal de la sede si se lleva a cabo esa decisión, según indicó Reuters.
Una fuente de preocupación entre los iraquíes es que la retirada de los diplomáticos podría ser seguida rápidamente por una acción militar contra las fuerzas a las que Washington culpa de los ataques.
El clérigo iraquí Moqtada al-Sadr, emitió un comunicado la semana anterior donde pidió que se evite una escalada de las tensiones que convertiría a Irak en un campo de batalla.
Las tensiones entre EE.UU. e irán crecieron desde que Washington se retiró en 2018 del acuerdo nuclear de 2015 y se tensó aún más en enero pasado después de que el Ejército estadounidense abatiera en un bombardeo con drones en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qassem Soleimani.
