Por: Sheyla Paniagua G.
En el marco de la lucha contra el fumado, la Defensoría de los Habitantes apoyó la reforma de la Ley General del Tabaco, la cual tiene como fin establecer medidas para proteger la salud de las personas a consecuencia del consumo y la exposición al humo de cigarrillos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus Directrices del Convenio Marco para el Control del Tabaco, recomendó la introducción del empaquetado neutro o estandarizado.
Dicha recomendación se basa en las pruebas sobre la promoción del tabaco en general y en estudios que examinaron la repercusión de los cambios en el empaquetado sobre el conocimiento, la actitud, las creencias y la conducta.
Según datos oficiales de la OMS, el tabaco mata a más de ocho millones de personas al año, de las cuales cerca de siete millones son consumidores directos y alrededor de un millón de personas son no fumadores expuestos al humo ajeno.
El ente defensor aseguró que más del 80% de las personas que consumen tabaco en el mundo viven en países de ingresos medianos o bajos, donde la carga de morbimortalidad asociada a este producto es más alta.
Además, la defensoría enfatizó en que el tabaquismo aumenta la pobreza porque los hogares gastan en tabaco un dinero que podrían dedicar a necesidades básicas como la alimentación y la vivienda.
El consumo de tabaco tiene un costo económico enorme en el que se incluyen los elevados costos sanitarios de tratar las enfermedades que causa y la pérdida de capital humano debida a su morbimortalidad.
El cigarro se convirtió en una de las mayores amenazas para la Salud Pública a nivel mundial.
