El sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, anunció el aplazamiento de la aplicación estrica de la Ley Islámica o Sharia que castigaba con lapidación al sexo entre hombres y el adulterio.
Esa estricta interpretación recibió el rechazo internacional, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas; además de el de los famosos como George Clooney y Elton John, ya que lo consideraban como una violación a los derechos humanos.
La Ley Islámica había cambiado el castigo contra la homosexualidad, ya que antes era con 10 años de cárcel.
Además, las nuevas leyes castigaban con pena de muerte los delitos de violación, adulterio, la sodomía, el robo o difamaciones al profeta Mahoma; también el sexo entre mujeres recibía una pena de 40 latigazos o 10 años.
Pese a anunciar la moratoria, el sultán defendió las nuevas leyes afirmando que su «mérito» se volvería evidente.
