Por: Andrés Cascante E.
La normalización del trabajo remoto, el aumento de reuniones virtuales y la acelerada migración a la nube son elementos que crean nuevos riesgos ante los ciberataques.
Un 78% de las empresas planean transformar a su fuerza laboral a un esquema remoto de manera permanente, según estadísticas de la consultora Gartner,
“Debido a la mayor sofisticación de los ataques durante los últimos meses, es importante tomar más medidas para establecer una nueva gestión de seguridad que incorpore tres factores: los trabajadores remotos, las nuevas tecnologías y los nuevos esquemas de productividad”, dice Joey Milgram, gerente general de Soluciones Seguras Costa Rica.
Los cambios descritos han creado elementos de riesgo que todas las empresas deben considerar como:
Ataques de ingeniería social que explotan el miedo y la incertidumbre: Meses después del primer caso de Coronavirus reportado en el mundo, la demanda de información sigue latente y es una oportunidad que utilizan los ciberdelincuentes para distribuir malware, estafas de ransomware y phishing.
La superficie de ataque creció: La necesidad de dar continuidad a las operaciones llevó a muchas empresas a habilitar el acceso remoto a activos corporativos y a dispositivos no autorizados (computadores de los colaboradores, por ejemplo) que carecen de controles de acceso o cualquier tipo de protección. Estos accesos fueron incluso a infraestructuras críticas.
Esto ha creado una peligrosa vía de entrada para los criminales cibernéticos. En mayo de 2020, los investigadores de Check Point reportaron casi 200.000 ciberataques relacionados con el coronavirus por semana, un aumento del 30% con respecto a las semanas anteriores.
Los empleados son ahora los responsables de tecnología: Al mover a la fuerza laboral hacia sus hogares, cada colaborador se convirtió en su propio responsable de tecnología y, por ende, de seguridad. En esta situación, los datos ahora son más fluidos y las empresas deben confiar y capacitar a cada uno de los empleados.
