Pekín vivió este miércoles un imponente desfile militar para conmemorar el 80º aniversario de la victoria de China en la Segunda Guerra Mundial.
El presidente Xi Jinping encabezó la ceremonia y compartió tribuna con el mandatario ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un, en un encuentro sin precedentes.
“Camaradas y amigos, nos reunimos para conmemorar el 80º aniversario de la victoria de China”, afirmó Xi al iniciar su discurso en la plaza de Tiananmén. El líder chino llamó a la población a recordar la historia y honrar a los veteranos que combatieron contra Japón.
El acto comenzó con una salva de 80 disparos de artillería que estremeció la capital.
La bandera nacional se izó al compás del himno, mientras miles de guardias marcharon en formación. En la avenida Chang’an, cerca de 50.000 invitados ondeaban banderas chinas y un coro vestido de azul interpretaba himnos patrióticos como Defender el río Amarillo.
La presencia de Putin y Kim reforzó el carácter geopolítico del evento y provocó reacciones inmediatas en Occidente. Desde Estados Unidos, Donald Trump escribió en su red Truth Social: “Por favor, transmitan mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y a Kim Jong-un, mientras conspiran contra los Estados Unidos de América”.
El desfile se consolidó como una demostración de fuerza de Pekín, que aprovechó la efeméride para exhibir su poder militar y estrechar lazos con sus aliados estratégicos.
