Innovación tica despega: semillas desarrolladas en Costa Rica serán parte de misión espacial
Dos innovaciones agrícolas nacidas en suelos ticos, cruzaran la atmósfera rumbo al espacio exterior este 15 de julio. Se trata de semillas de tomate y chile elaboradas en la Universidad de Costa Rica (UCR).
Costa Rica siembra ciencia fuera del planeta. La UCR, en alianza con la compañía Jaguar Space, participará por primera vez en una misión espacial con un enfoque agrícola, para estudiar el efecto del ambiente espacial sobre semillas desarrolladas por científicos nacionales.
El tomate y el chile dulce, dos híbridos creados por investigadores de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEFBM), abordarán una nave desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Regresarán a la Tierra el 22 de ese mismo mes, tras haber estado expuestas a condiciones de microgravedad en la órbita terrestre baja.
Estas semillas forman parte de una carga internacional compuesta por distintos cultivos, cuyo objetivo es observar cómo el estrés espacial puede activar respuestas biológicas únicas, mejorar la resistencia genética de los vegetales y abrir nuevas puertas a la agricultura tanto fuera como dentro del planeta.
El tomate lo desarrollaron los investigadores Walter Barrantes Santamaría y Carlos Echandi Gurdián, y se diseñó para resistir enfermedades como la marchitez bacteriana y el Virus de la Cuchara. Por su parte, el chile dulce también creación de Echandi desde el 2013, destaca por su productividad, sabor y adaptabilidad a diversos microclimas costarricenses.
La participación de la UCR en esta misión es posible gracias a un memorando de entendimiento firmado con Jaguar Space en mayo de este año, y representa un paso firme hacia la internacionalización de la ciencia tica, la innovación agrícola y el empoderamiento de países emergentes en el ámbito aeroespacial.
La Dra. Leonora de Lemos asistirá personalmente al lanzamiento de la misión, en una visita oficial al Kennedy Space Center, donde presenciará cómo, por primera vez, semillas costarricenses dejan la Tierra con la ciencia como motor y el futuro como destino.