La comunidad internacional dice “no” a la ocupación de Gaza
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó un plan para ocupar por completo la Franja de Gaza. Su objetivo es desplazar a alrededor de un millón de personas que viven en la Ciudad de Gaza, obligándolas a evacuar hacia el sur antes del 7 de octubre. Esta fecha marca el segundo aniversario de la guerra entre Israel y Hamas. Netanyahu asegura que quiere eliminar definitivamente la influencia del grupo islámico.
La comunidad internacional reaccionó con firme rechazo ante esta decisión. Naciones Unidas, así como los gobiernos de Londres, París, Madrid y Ankara, han pedido a Israel que detenga el plan. La principal preocupación gira en torno a la situación humanitaria de la población palestina. En contraste, Estados Unidos adoptó una postura más matizada, aunque ahora muestra señales de endurecimiento.
El vicepresidente estadounidense JD Vance explicó que la administración Trump busca evitar nuevos ataques de Hamas. Además, señaló que resolver la crisis humanitaria en Gaza también figura entre sus prioridades. A pesar de algunos puntos en común, Vance reconoció desacuerdos sobre los métodos para alcanzar esos objetivos. La Casa Blanca sigue bajo presión por su papel en el conflicto.
Desde Palestina, el presidente Abu Mazen calificó el plan de Netanyahu como “una catástrofe sin precedentes”. La Autoridad Nacional Palestina reiteró su rechazo a la ocupación y defendió el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación. El embajador palestino en la ONU solicitó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para frenar a Israel.
La Unión Europea también expresó su rechazo. Ursula von der Leyen y Antonio Costa pidieron reconsiderar el plan y advirtieron sobre posibles consecuencias en las relaciones con Israel. Alemania, por su parte, decidió frenar parcialmente el envío de armas a Tel Aviv. Aunque apoya el derecho de Israel a defenderse, el canciller Merz puso en duda la efectividad del plan actual.
Hamas respondió con amenazas y advirtió que la ocupación de la Franja será muy costosa para Israel. El grupo islamista se mostró dispuesto a liberar rehenes si Tel Aviv se retira y detiene sus ataques. Al mismo tiempo, ciudadanos israelíes organizaron protestas en Jerusalén y Tel Aviv. Entre ellos se encuentran familiares de rehenes que temen por la vida de sus seres queridos.