Reportaje Especial (II Parte): Autoridades responden a denuncias de vecinos por balaceras en cercanías de la escuela de La Carpio
Los vecinos de La Carpio enfrentan en la actualidad fuertes amenazas debido a los grupos de crimen organizado que operan en la zona.
Advertencias de audios enviados a grupos de WhatsApp obligan a las familias a permanecer dentro de sus casas.
Noticias CRC consultó a diversas autoridades sobre las acciones que realizan para frenar esta ola de violencia.
El subdirector a.i. del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, fue claro en indicar que siempre han existido problemas por dos grupos criminales ya identificados.
El jerarca detalló que en algunos casos estos audios son amenazas que no van dirigidas a ningún sector de la población y los delincuentes los envían sólo por atemorizar a las personas.
Pese a la inexistencia de denuncias, las asociaciones de la comunidad pidieron la colaboración de las autoridades: ese es el caso de una representante de la sociedad a quien llamaremos “Ana” para proteger su identidad.
Por medio de un funcionario de la delegación policial de La Carpio, esta representante comunitaria envió desde marzo del presente año un correo dirigido al director de la Fuerza Pública, Marlon Cubillo.
La respuesta a ese correo fue nula por parte de cubillo, según sostuvo esta representante comunitaria y agregó “en vez de tomar el tema en sus manos, lo regresó a la delegación sin ninguna responsabilidad”.
Consultamos directamente a Cubillo sobre el actuar de la Fuerza Pública frente a estos actos vandálicos y aseguró que se mantiene una vigilancia extrema con diferentes grupos operativos en la zona.
Mientras las balas injustificadas conviven con los estudiantes, el Ministerio de Educación Pública (MEP) evita que los estudiantes de la institución de La Carpio abandonen las aulas.
Para el director regional de educación de San José oeste, Geovanny Soto, en este momento los simulacros son la defensa de la población estudiantil.
Por lo contrario, la psicóloga de la escuela Rosibeth Alvarado, insiste que estos protocolos de seguridad no dejan de alarmar a los estudiantes o personas que caminan alrededor del centro educativo.
Pero la respuesta del MEP es evitar que los niños falten a clases.
Pero la educación no solo es el blanco de esta violencia externa, el temor que reflejan los pandilleros muestra otro indicador, la vulnerabilidad de los derechos de los niños que acuden al centro educativo.
Así lo indicó la gerente técnica del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) María Fernanda mora.
Para las familias de La Carpio estos tiroteos parecen nunca acabar, por lo que buscan una solución que permita a las personas vivir en un entorno seguro dentro de la comunidad.
De momento, las familias, estudiantes y funcionarios de la escuela de La Carpio ya se acostumbraron a la gravedad de las balaceras y amenazas de “toque de queda” con las que viven los vecinos todos los días en la comunidad.
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