Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, conocida como CONMEBOL, anunció que la final de vuelta de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se jugará fuera de Argentina.
El jerarca del máximo ente del fútbol en Sudamérica manifestó que las condiciones no están dadas para que se dispute el partido en suelo argentino, y agregó que la final se estaría jugando el sábado 8 o domingo 9 de diciembre en un horario y sede por definir.
La decisión se toma luego de los actos de violencia que se presentaron el pasado sábado, horas antes de que se disputara el cotejo.
Por su parte, Boca Juniors hizo un reclamo formal de 26 páginas en donde exige que se suspenda la final y se descalifique a River por los incidentes ocurridos el sábado en las afueras del estadio Monumental. Será justamente el Tribunal Disciplinario el que decidirá si darle la razón al club.
Con respecto a los costos que no estaban programados debidos al cambio de sede, el organismo explicó que se hará cargo del viaje, hospedaje, alimentación, y traslado interno de hasta 40 personas de la delegación.
